Marcan un antes y un despues, desde que aparecen, hasta que se marchan... Crean ese duende del que se habla en el sur, esa magia de la que se habla en las peliculas... Dejan su marquita, de por vida... Grabada a fuego.
Las malas... Desaparecen, se diluyen, ni si quiera dejan huella... Lo triste, es que aun perdiendolo todo, ni siquiera se dan cuenta...
Que triste que el destino le regale cruces a quien deberia regalarle mas minutos.. Y sin embargo, le de dulces a quien no merece ni un superficial saludo.
Duermete soñando con el bocadillo de jamon que no pudiste tomarte.. Seguro que alli donde vayas, sabe mucho mejor..
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